¿Se puede desheredar a un hijo?
El sufrimiento que ocasiona a una persona el distanciamiento de un hijo/a, la falta de comunicación con ellos durante años, su falta de atención, el no saber nada de ellos porque así lo han decidido estos hijos, es enorme y puede ser considerado maltrato psicológico contra estos padres.
Así lo ha reiterado el Tribunal Supremo en varias sentencias que esta escritora ya ha puesto de manifiesto en este mismo Blog.
¿Desheredamos a nuestros hijos o cumplimos con nuestro “deber” de padres?
Varios clientes míos, ya bastante mayores, se debaten entre cumplir con la normativa que les obliga a reservar la legítima para sus hijos o desheredarlos expresamente en el testamento.
Para ellos es una cuestión social cumplir con lo que educacional y legalmente es correcto, a pesar de que todo su ser está sufriendo. Esto les provoca un desgaste psicológico importante.
Francisco deshereda a su hijo pequeño, ¿puede?
Francisco me compartía que su hijo pequeño cuando cumplió la mayoría de edad se marchó de casa y no ha vuelto a saber nada de él, por lo que se plantea si puede desheredar a un hijo. Las causas por las que se ha marchado su hijo, en este caso son irrelevantes. Han transcurrido ya más de 20 años. Su estado de salud no es bueno y los otros hijos/as le están cuidando y le están colmando de atenciones. Durante el Covid, intentó contactar con el hijo desaparecido y éste no le cogía el teléfono. Intentó comunicarse por carta y tampoco obtuvo respuesta.
Se debate ahora en cambiar el testamento desheredando a este hijo pequeño favoreciendo a los otros que están cuidándole con todo cariño y proporcionándole todo lo que necesita. Su duda interior la genera su propia educación social…
Desheredar es siempre una decisión dura y difícil
Me ha encargado finalmente que prepare un testamento desheredando al hijo. Es posible que este hijo, cuando Francisco haya fallecido, impugne el testamento. No obstante será este hijo desheredado el que tenga la carga de la prueba de que ha atendido adecuadamente a su padre.